Soy Andrea, hija de Leticia, nieta de Florencia y Teresa, bisnieta de Margarita, Cristina, Juana y Jovita. Ellas son mi gran ejemplo de resistencia. Solo mi madre tuvo acceso a la educación y fue a la universidad, mi abuela materna Florencia estudió la primaria cuando tenía 60 años, mi abuela Teresa sabe leer y escribir «con trabajos», como dice ella.

Todas ellas se enfrentaron a esposos violentos: mi bisabuela materna Margarita huyó de su pueblo con sus hijas más pequeñas a la Ciudad de México para refugiarse con una de sus tías, porque el bisabuelo la golpeaba tanto que la bañaba en sangre, así lo cuentan en la familia. Estoy segura que a estas historias podríamos cambiarles el nombre, y poner el de otras abuelas, seguro los detalles cambiarán, pero las historias de cada mujer en México están atravesadas por mucha violencia, económica, sexual, física y psicológica.

Nací en la Ciudad de México, vivo en Morelos desde hace 25 años, tuve el privilegio de estudiar e ir a la universidad, actualmente curso Derecho como mi segunda carrera. Formo parte de los diversos movimientos feministas en Morelos, también he participado en movimientos estudiantiles en la Universidad Autónoma de Morelos.

Fui iniciadora de la Marcha de las putas en Morelos y de la Red por la Paz y la Justicia en Morelos, derivado del multihomicidio de 6 personas de 2011, que dio origen al Gran Movimiento por la Paz, con Justicia y Dignidad a nivel nacional y el cual impulso la creación de la Ley General de Víctimas.